La Indurain 2016

La verdad que tenía muy abandonado últimamente lo de escribir, pero el tiempo y yo no nos llevamos muy bien, ya que tengo poco y el el poco que tengo se me queda corto. Hoy os quiero hablar de una cicloturista que, al igual que este blog la tenia un poco en el baúl del olvido, pero que,  sin embargo  guardo un grato recuerdo, ya que fué por el año 2011 mi primera incursión en una cicloturista.
De la Induraín que yo recordaba a esta han pasado 5 años, en los cuales  ha habido numerosos e importantes cambios.

La Induraín se realizaba en el hermoso pueblo del norte de Navarra llamado Bera de Bidasoa, organizada por  el club ciclista de esta localidad y que gracias a los voluntarios del propio pueblo que se volcaban con la prueba, conseguían año tras año sacarla adelante, en aquel tiempo, tambien había dos recorridos largo y corto, el corto en el cual participé eran 113 km por paisajes realmente preciosos y la comida final preparada por las mujeres del pueblo y servida entre las paredes del viejo pero funcional frontón de la localidad Navarra era realmente entrañable.

Quizás  por todo ello, cuando me entere que la prueba se trasladaba  a Villaba y la organización se, de alguna manera, profesionalizaba,me llevé un pequeño disgusto lo cual me hizo desistir en repetir  en años posteriores.

Finalmente y fruto de la curiosidad me decidí participar este año y junto con mi compañero de aventuras Dani, las parientas y su perrita Dina allá que fuimos a tierras Navarras. Yo, con mi positivismo habitual no llegaba muy fuerte de forma, mas mental que física, pero bueno, lo de pedalear te puede y en el fondo deseas montarte en la flaca y salir a disfrutar.

El día que fuimos a buscar el dorsal una señal en forma de penta-campeón del Tour se nos aprecio como si de la nada, era el gran "Miguelon", no  nos lo creíamos, Dani freno el coche en seco y como si de adolescentes enloquecidos en un concierto se tratase bajamos del coche y le asaltamos para hacernos fotos con el, tengo que decir que Induraín sigue haciendo alarde de sus bajas pulsaciones porque no se altero en absoluto  al ver a una panda de pirados que se avalanzaron sobre el. La verdad que estuvo muy amable con todos nosotros y  para mi, que lo vi  durante tantos veranos sentado frente a la tele y que fue  ídolo de mi infancia, sera algo que siempre recordaré, gran persona y gran corazón.

Después de haberlo visto, tocado y fotografiado al gran Miguelón, la cosa pintaba bien, ya nada podía salir mal, fue como una señal. Allí estábamos a las 8 de la mañana y dispuestos a salir de la bonita localidad de Villaba. Mañana fresca, cielo nublado y, sin ser de Bilbao allí estábamos, los venidos de Zaragoza mirando el cielo pensando en si llovía o no, si nos sobraba la térmica interior, si llevábamos chubasquero o no. Pero claro, era Julio..... Julio, calor pense..... calor seguro, luego fijo que se abren la nubes y nos asamos de calor a 1000 metros de altitud, grave error.......


Pues nada, me quite la térmica que llevaba debajo y obviamente como buen español previsor y, aunque estaba cubierto el cielo, no me cogí ni chaleco ni cortavientos ni nada para la lluvia. Comenzó la salida, con algo de retraso y dejando atrás Villaba,  aprovechamos a  meter un buen ritmo pedaleando a 40km/h de media adelantando posiciones durante la primera parte de la prueba, después cada uno puso su marcha para poder terminar sin problemas y para adelante.



El problema vino por esas pequeñas nubes que terminaron por  terminar siendo lluvia intensa justo en la mitad de la prueba, endureciendo la cicloturista bastante, bajadas peligrosas, frío extremo y subidas con  lluvia intensa, la subida a Belate   con niebla y lluvia y la de Artesiaga con sus 16km y lluvia intensa se hicierón eternas (pero disfrute como nunca).


Una vez finalizada la subida final a Artesiaga y con la visión reducida a unos escasos 10 metros, culminamos (cabe destacar a los voluntarios de este último punto de avituallamiento a 5 grados y aguantando tambien viento, frío y lluvia). Casi llegar hasta aquí era como  llegar a meta ya que quedaban solo los 30 últimos kilómetros finales con terreno favorable, finalizando los 20 últimos con sol y calor, se puede decir que tuvimos un poco de todo en 183kms, para no aburrirnos.


Conclusión, cicloturista para repetir, buena organización, diferente al de otras mas consagradas pero es normal, paisajes y terrenos dignos de pedalear por sus carreteras e incluso, la lluvia, fue un elemento nunca deseado por el ciclista pero que le otorgo un ápice de  recorrido épico para el cicloturista de andar por casa, la hizo dura pero  en su justa medida, repetiremos seguro Miguelón!!




Comentarios

  1. Hace tiempo que echo de menos tus comentarios, David. Hoy he repasado algunos de ellos y creo que sería bueno que retomases el hilo de tu pluma para aportar al ciclismo algo que haces bien y es algo más que pedaladas. Con más o menos agilidad, con más o menos fuerza,... pedalear es fácil, pero escribir no lo es tanto, y mucho menos hablar con fluidez y con serena reflexión del ciclismo. Así pues, voto porque sigas escribiendo. (AG)

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares